En los tiempos actuales, el casino es una actividad de entretenimiento que ha llegado a prácticamente todos los rincones del mundo. Pero en cada país tiene su propia historia, la forma en la que empezó y cómo ha ido avanzando con el paso del tiempo. En Perú, todo arrancó hace poco más de un siglo y ha ido viviendo periodos distintos respecto del tipo de ocio ofrecido. Aun así, el casino ha sido aceptado por buena parte de la población hasta llegar a la actualidad, donde la digitalización ha dejado huella.
Los inicios del juego poco tienen que ver con la amplia oferta de la que dispone el casino en línea de nuestros días. En la actualidad, se proporcionan las opciones que antes eran exclusivas de los salones especializados, como podrían ser las prácticas de la baraja inglesa o las tragaperras de brazo, a todo tipo de pantalla: desde las computadoras hasta los celulares. De este modo, se ha ganado en accesibilidad, consiguiendo llegar a un público más extenso a través de cualquier dispositivo inteligente.
Más de un siglo de historia
El origen de este pasatiempo en tierras peruanas es todavía objeto de debate a día de hoy. La versión oficial es que el sector apareció en la década de los años 90, pero, en 1920, ya existían algunos establecimientos que proporcionaban esta forma de ocio, como el Casino de Miraflores, en Lima. Por aquel entonces no eran espacios abiertos a los que podía acceder todo aquel que lo deseara, sino que solían ser lugares cerrados a grupos concretos con socios o miembros de un grupo social específico.
Esta moda se fue extendiendo a lo largo del siglo XX hasta que la oferta de locales era tal, que el gobierno en 1990 tuvo que aprobar una ley para regular y legalizar esta actividad. Con ella, se catapultó todavía más entre el público, que ya podía acceder sin preocupación alguna a las tragamonedas, ruletas o juegos de cartas. Aunque en los años posteriores han ido viendo la luz modificaciones legislativas que poco difieren de la original, la primera fue la que sentó las bases de todo lo que vendría después.
Perú, por el hecho de ser uno de los destinos turísticos de referencia y ser capital en industrias como la producción de plata, ha llegado a tener alrededor de un millar de salones especializados. Así se llegó a consolidar como uno de los sectores económicos de referencia, situación que no ha cambiado con los avances de la tecnología. Y es que, durante el cambio de siglo, lo que era exclusivo de los establecimientos físicos ha migrado en parte al campo virtual, ampliando las posibilidades de elección e innovando en contenido.
El salto al mundo digital
Los primeros ejemplos de digitalización del casino a nivel mundial se dieron en la década de los 90, pero en el país la evolución se ha centrado en los últimos veinte años. Si bien los avances tecnológicos lo permitían, la regulación no estaba del todo adaptada a las demandas de la industria y de la sociedad, un cambio que sí que terminó produciéndose. Ahora, cualquier práctica llevada a cabo en un sitio web reconocido, garantiza la total seguridad a los clientes que confían en el lugar y está cumpliendo la legislación vigente.
El entorno adecuado, sumado al buen recibimiento por parte de los internautas, ha provocado que sean varios los operadores internacionales que se hayan fijado en Perú como un lugar donde aplicar las novedades y toda la oferta de la que disponen. Como consecuencia directa de ello, se pueden experimentar pasatiempos que se centran en la emisión de partidas en vivo, adaptaciones perfectas a los celulares y toda la tecnología que estos presentan o nuevas modalidades originales y pintorescas de la ruleta o el blackjack.